La manifestación por la España Vaciada busca dar voz a los territorios olvidados
Este domingo, 31 de marzo, tenemos una cita. Tenemos que ir todos a Madrid. La manifestación promovida por las plataformas ‘Teruel existe‘ y ‘Soria YA‘ se convierte en una excelente oportunidad para hacer que se escuche a todas aquellas localidades, comarcas y regiones que habitualmente, y a su pesar, están con el ‘mute’ puesto.
No es casualidad que se cuenten por decenas los colectivos que se han adherido a la iniciativa. Y Aranda de Duero y la Ribera no es una excepción. Asociaciones de vecinos, sindicatos, partidos políticos, agrupaciones empresariales, colectivos culturales…
Todos han firmado su propio manifiesto en el que han recogido las razones para participar en esta ‘Revuelta de la España Vaciada’.
Como canta el genial Sabina, Nos sobran los motivos. No hay que esforzarse demasiado para encontrar alguno. El nuevo hospital, convertido en eterna promesa que no acaba de convertirse en realidad.
Las infraestructuras, con la A-11 y el Directo a la cabeza, durmiendo en el fondo de un cajón mientras los ribereños nos jugamos la vida intentando viajar a las grandes urbes que nos rodean o las empresas luchan a brazo partido para intentar ser competitivos con peores medios.
La sanidad hecha unos zorros, lo que provoca que día sí y día también haya suspensiones en consultorios y servicios.
La cobertura de personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la zona… merece capítulo aparte.
Pero el abandono institucional al que estamos sometidos se refleja en muchas otras cuestiones, que con frecuencia pueden parecer menores, pero que hacen el mismo o más daño que las anteriores.
Poned vuestras propias razones
Es la promesa de digitalizar toda la escuela, incluida la rural, en pocos años cuando hay decenas de municipios en los que, a duras penas, se puede hablar por la línea de telefonía fija. Como para plantearse algo con red móvil o wifi.
Son los cientos de trámites burocráticos que enfangan cualquier proyecto de establecimiento empresarial en el medio rural, lo que lleva a sus promotores a desistir, enterrando con ello la posibilidad de generar empleo, riqueza y vecindad en nuestros pueblos.
Son los compromisos monetarios que solo son humo para nuestros territorios mientras parvas de dinero se destinan a lugares menos necesitados, favoreciendo con ello las desigualdades.
Son los deficientes e incómodos servicios públicos de transporte que se establecen para trasladarnos a las capitales, que nos obligan a desistir de utilizarlos.
Son los insuficientes sistemas de atención a los mayores a pesar de ser una de las regiones más envejecidas de Europa.
Es el ninguneo al que se nos somete cuando se trata de atraer inversiones, industrias, turismo o cualquier otro recurso que se traducen en riqueza y progreso.
Son, en definitiva, tantas y tantas razones. Poned vosotros mismos la que más os motive. Pero no os olvidéis de acudir el domingo a Madrid. Recordad, a mediodía en la plaza de Colón. Porque está claro lo que queremos. Por el futuro. Por nuestra tierra.